La paradoja
ambiental de un combustible de producción masiva
Por: José de Jesús Tejada Maury
“En un mundo en donde abunda la avaricia,
el facilismo se convierte en una salida coyuntural”. (José Tejada Maury)
El uso del
hidrógeno como combustible es más bien una estrategia geopolítica que medida
para proteger el medio ambiente o “salvar al planeta”.
Si bien algunos
países europeos pretenden “descarbonizar” sus economías, mientras que con
políticas de estado se recurre a la estrategia más peligrosa de utilizar un
recurso vital como lo es el agua. Como una materia prima para desarrollar un
combustible que al quemarse produce el único gas de invernadero como lo es el
vapor de agua. Se perogrulla que el clima en el planeta está determinado por el
ciclo global del agua.
Se detecta que
es una estrategia geopolítica mal diseñada desde el principio, dado que se
empezó a hacer referencia al gas carbónico y no a ningún otro componente o
aditivo de los combustibles tradicionales, en ningún momento se habló de
deterioro ambiental; mientras el gran consumidor de petróleo del planeta hacía
su festín con la producción y además era
proveedor de países socios en el negocio y su rentabilidad era muy buena como
productores y exportadores no sólo de petróleo, sino de gas licuado , sobre
todo en el mercado europeo.
Hoy ante la
competencia del mercado, cuando está casi listo el proyecto Nord Stream 2,
aparecen las medidas salvadoras para ir reemplazando los combustibles
biológicos(hidrocarburos) a nivel de la Comunidad Europea. Aunque recientemente
se aceptó a empresas norteamericanas a participar en la venta de combustibles
dentro de la Comunidad Europea, los obstáculos y trabas contra el Nord Stream 2
por parte del gobierno norteamericano han bajado de intensidad y ahora la miran
con otra perspectiva.
Cualquiera por
muy ingenuo que sea se percata de ello, pero lo que no se percata es de la
desinformación en materia de ciencias que se ha implantado para llevar a cabo
este propósito.
Por donde se
tome la perspectiva sobre el tema, se detecta mal asesoramiento de parte de los
“genios” que montaron esta película sin telón ni argumentos sólidos y con
protagonistas tercerizados, como son los medios corporativos que por ignorancia
se prestan para el juego sucio de esta estrategia geopolítica.
Lo curioso de
esto es que tampoco miden las consecuencias que se derivarán de la propuesta de
implementar el hidrógeno como combustible, pues es algo tan sencillo que, si se
trata de implantarlo para uso en vehículos o usos industriales; a diferencia
del petróleo, el hidrógeno lo puede producir cualquier persona en cualquier
medio, sin estar atenido a la provisión de los monopolistas.
Por medio de este mecanismo será el uso masivo
de hidrógeno como combustible y mediante este mecanismo vamos a depredar los
ecosistemas, primero porque utilizamos tal como se mencionó anteriormente un
recurso vital como lo es el agua, y segundo que al quemarlo tendremos
incremento del verdadero gas de invernadero que es el vapor de agua.
Teniendo en
cuanta los conceptos de ciencias básicas, bien podemos aplicar a través de un
dispositivo diseñado para tal-un hidrolizador- ya que una
de las propiedades químicas del agua es que ésta se descompone por acción de
una corriente eléctrica, se disocia la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno
, aprovechando la batería del mismo vehículo, cualquiera puede convertir su
vehículo de gasolina a hidrógeno sin tanta complicación y además cualquier país
con bloqueos y falta de suministros de petróleo también podrá hacer lo suyo
para mover su parque automotor y sus industrias.
Se podrá
vaticinar lo inconveniente de esta supuesta era del hidrógeno verde o hidrógeno
multicolor ante la avalancha arrasadora del Nord Stream 2.
Favor asesórense
muy bien para evitar un caos climático mundial derivado de una nueva estrategia
geopolítica y no de una supuesta solución ambiental, porque la estrategia del
hidrógeno se convertirá en un fiasco académico, ambiental, económico y la
monopolización del hidrógeno como combustible será una utopía.
Lo que si nos
pondrá a pensar que con el hidrógeno y su producción masiva el mundo puede
estar al borde de una carrera armamentista y cada país tendrá la ambición de
elaborar su bomba termonuclear sin ningún tipo de restricciones, además muchas
economías se liberarán de la dependencia del suministro de petróleo y serán
autónomas, no habrá tanta hegemonía energética.
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