CRITICOS Y DETRACTORES
Por: José de Jesús Tejada Maury
La efervescencia es la antípoda de la quietud y la indiferencia y detracción las armas del inculto. En este artículo mi objetivo es llevar una pautas al amigo lector y a todos los profesionales que de alguna manera se dignan en leer la presente columna, ello lo digo porque al parecer muchos profesionales -claro está no todos, hago la salvedad-, no tienen un concepto claro sobre lo que es hacer un verdadero análisis a un texto o a un documento, ni siquiera conocen los pasos a seguir, aun cuando en dicho procedimiento no es necesario llevar orden cronológico, sí se deben conocer las normas y los pasos a seguir, muchos en vez de ser auténticos críticos, se convierte en detractores personales y se salen del campo de la ciencia, pero no tanto debemos ser críticos, porque de nada nos sirve la crítica si ello no nos conlleva a efectuar aportes que propendan por mejorar, lo que se pretende analizar, para ser un buen crítico es necesario hacer aportes, de lo contrario no sirve de nada nuestra apreciación.
Para ser un buen analista (no crítico), ni mucho menos detractor, debemos documentarnos y estructurarnos muy bien sobre el tema a tratar, aun cuando hemos visto mucha retórica en materia de conceptos y nos hayamos leído infinidad de tópicos, el verdadero análisis empieza cuando entramos a aplicar en la práctica los conceptos aprendidos, para no convertirnos en cansones parlanchines y el análisis debe dirigirse exclusivamente al documento, texto y a la obra y no a lo personal, el baluarte de un texto se pesa por su contenido y no por su volumen.
Muchos buscan el facilismo, porque les dá hasta pereza pensar no se toman el trabajo de hacer un análisis hermenéutico, epistemológico, dialéctico, semántico, por ello se ha caído en el dilema del error, se ha difundido la mentira, y a pesar de que mucho se habla de ello es poco lo que se hace en la práctica, hay quienes prefieren ignorar esto sin embargo continúan enseñando la mentira porque se niegan a ver la luz de la verdad.
Ningún analista emite un concepto si ignora las leyes o principios que rigen las cosas, un abogado no puede litigar si ignora los códigos de procedimientos o la constitución, en la ciencia sucede lo mismo: usted no puede hablar de excesos de CO2 en la atmosfera, sabiendo que este cumple un ciclo en la naturaleza ya que esto debe ajustarlo al principio de conservación de la masa y energía, tampoco ajusta el estudio a la leyes de los gases y debe saber que los excesos de CO2 de la atmosfera son absorbidos en forma permanente por los océanos formando carbonato de calcio, que el único de gas de invernadero es el vapor de agua, ya que la temperatura es la medida del calor y el calor se mide en calorías, se define la caloría como la cantidad de calor que se requiere para elevar un gramo de agua a la temperatura de un grado centígrado dice agua y no otro gas y que podemos demostrar que el CO2 no retiene ni atrapa el calor en la atmosfera el día en que haya eclipse de sol, notaremos la baja de temperatura en las zonas afectadas por el eclipse, razón por la cual pierde vigencia los argumentos de los organismos “científicos contemporáneos” y esas son las razones por las cuales solicité desmontar el Protocolo de Kyoto, por ser anticientífico y para ello no se requirió de elaborar un texto similar a un directorio telefónico, no es necesario recurrir a la copialina para trascribir los incisos del citado Protocolo ya que ellos se consiguen en la Internet.
Jotema044@hotmail.com
lunes, 18 de agosto de 2008
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