Por: José de Jesús Tejada Maury
NOSTALGIA PRIMAVERAL
Para estos días siempre recuerdo mi niñez, el día de las madres, fecha inolvidable,
Las plantas florecidas, todo el paisaje reverdecido, la lluvia cayendo sobre las hojas de los árboles, sobre la espesura de los cultivos de mango de la escuela la normal a donde iba a robar mangos en compañía de mis amigos del barrio, siempre cuidándonos de Manjarrez de sus perros y su vieja escopeta que era un terror para todo el que desafiaba brincarse las paredes de esa institución educativa, cualquiera que se quedaba montado en la pared sólo escuchaba estas frases:¡se baja o lo bajo!, y eso era todo, la aventura terminaba allí, si ya estábamos adentro el solo aviso de Ahí viene Manjarez, creo que Montoya nos quedaba pequeños.
Lo que si me da nostalgia es ver un árbol de naranja agria, sembrado en el patio de la casa de mis padres, todos los años ese árbol de naranja agria florece, llenando el ambiente con aroma de azahar, los pétalos de color blanco en el suelo, en cantidad formando una alfombra blanca, los pistilos y estambres, un hermoso color amarillo y blanco además de esto el melodioso sonido de las abejas.
Como todos los días, miré el árbol de naranja, la escena es la misma, sólo noté que no había ni una sola abeja, me dio tristeza que este año no haya visto a ninguna, ni haya escuchado el mágico zumbido de un ser maravilloso que tiene la misión de reforestar el planeta además de darnos un gran nutriente como es rica y medicinal miel y polen.
Mi reflexión de rabia, es efecto de la depredación, las transnacionales que han convertido al hambre en mercancía y al alimento como derecho humano y al capital financiero para su explotación, vienen acabando con la biodiversidad a través de los transgénicos.
No permitamos esto, la abeja debe regresar a nuestros ecosistemas, no más aspersiones con pesticidas, no más cultivos y alimentos herbicidas.
La reciente idea de haber creado el robot más pequeño del mundo (una mosca robótica), insecto desarrollado y liderado por Robert Wood en el trasfondo tienen ese objetivo, contaminar cultivos nativos con polen transgénicos, y dejarnos sin los nutrientes maravillosos y curativos de la miel de abejas y el polen y comprometer a los alimentos el capital financiero, es decir mercantilizar el hambre y enriquecerse con capital especulativo a costa de un derecho humano como es la alimentación,llena de tóxicos y libre de nutrientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario